Podremos prescindir de todo lo material, más no podemos vivir sin un aliciente espiritual;
sin la esencia que nos da fuerza para continuar el día a día.
sin la esencia que nos da fuerza para continuar el día a día.
Cada uno escoge esa fuerza que nos mantiene erguidos y que se amolda a nuestras necesidades.
Sigamos siempre adelante sin permitir que la adversidad nos derrote definitivamente, recordemos, que podemos perder una batalla, pero nunca la guerra.